Con aire de malandrines

ANTONIO SEGUI

Nació  en Córdoba en el año 1934. Inicio su formación artística en su ciudad natal, luego de abandonar estudios de abogacía. En 1953 viajo a Europa. Desde 1956 expuso en salones oficiales y muestras colectivas. En 1957 presento su primera muestra individual en Córdoba. Al año siguiente se instalo en México. De regreso a Buenos Aires, se integro al mundo artístico porteño en los últimos meses de 1960. Durante ese año expuso pinturas en la Galería El Pórtico y collages en la Galería Witcomb. En el mes de junio de 1961 expuso en el Instituto de Arte Contemporáneo de Lima, y en julio, en la Sala IV de la Galería Witcomb. Participo, en 1961, de Arte Destructivo.

Poco después paso, sin transiciones, a la figuración. En 1963 expuso en la Galería Lirolay La metamorfosis de Felicitas Naón, una serie de pinturas realizadas sobre fotografías de Jorge Roiger. Ese mismo año se instalo en París. Realizo exposiciones en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica.

Desde entonces trabaja en series narrativas y críticas compuestas por cuadros poblados de hombrecillos, vestidos a la usanza de los años veinte, de ciegos en los parques, de elefantes que transitan por la pampa, de perros amenazantes y de hombres que miran detrás de un muro. Durante algún tiempo utiliza recursos propios de la historieta, textos, flechas o señales diversas, yuxtapuestas a las figuras que remiten al lenguaje del comic.

Obtuvo, entre otros reconocimientos, en 1978, el Premio Bibliofilia, Office de Promotion de I’Edition Francaise, París; en 1980, la Medalla de Honor de la VIII Bienal de Grabado, Cracovia; en 1986, el Premio VII Bienal de San Juan, Puerto Rico; en 1989, el Premio Di Tella, Buenos Aires y en 1990, el Gran Premio Fondo Nacional de las Artes, Buenos Aires. En 1991, con motivo de haber obtenido el Premio Di Tella, el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires presenta una muestra retrospectiva de su obra, con más de cien trabajos realizados entre 1958 y 1990.